Blanco reiteró en rueda de prensa que el PSOE se opone a este plan porque es "pernicioso" para la convivencia. "No lo podemos decir más alto ni más claro", comentó.

Sin embargo, abogó por afrontar esta iniciaiva "con dos criterios: máximos contactos y cero protagonismos; máxima prudencia y cero pasos en falso".

Blanco aseguró que el primero de estos criterios, el de los contactos, "se ha vulnerado", ya que el Gobierno no consultó con el PSOE la decisión tomada el pasado viernes de recurrir ante el Tribunal Constitucional.

Pese a este reproche implícito, Blanco aseguró que la prudencia es una "recomendación", y no "un juicio sobre las decisiones" que se hayan tomado ya.

Sobre las probabilidades d que ese recurso ante el Constitucional prospere, Blanco aseguró que el PSOE no quiere hacer "predicciones". "No estamos para hacer especulaciones, sino para ser eficaces en el objetivo que compartimos, que es que el plan de Ibarretxe no salga adelante", afirmó.