Piqué consideró de "elemental sentido común" que el PNV haya exigido a la formación radical que aepte los lemas de la manifestación, que incluyen la reclamación a ETA de una tregua, porque, de lo contrario, se admitirá que EH puede hacer un planteamiento distinto de la protesta del que estaban haciendo el resto de los convocantes, PNV, EA e IU.

A su juicio, la exclusión de EH pone de relieve "la inviabilidad del Pacto de Estella desde el punto de vista político y la incompatiblidad de un proyecto que a largo plazo pretende respetar las reglas del juego y las normas democráticas y otro que lo que retende es desbordar la legalidad e intentar imponer por la fuerza sus posiciones".

El portavoz del Ejecutivo expresó su deseo que de este desencuentro entre los miembros del Pacto de Estella sirva para que los partidos nacionalistas democráticos hagan una reflexión profunda sobre "el camino a seguir". Desde el Gobierno se considera "completamente erróneo" el seguido durante los últimos meses y se les insta a corregirlo cuanto antes.

Sobre la posibilidad de que esta divergencia pueda representar l inicio de un alejamiento del PNV y EH, Piqué dijo que "ojalá sea un camino sin retorno y que el PNV, de cuya trayectoria democrática nadie tiene derecho a dudar, se separe de una fuerza política que ampara la violencia y que muchas veces la jalea".