Según informaron a Servimedia fuentes nacionalistas, esta decisión ha sido tomada después de que en la reunión de la Ejecutiva del partido del pasado lunes se rechazara la propuesta de destitutir a Joseba Egibar como portavoz en el Parlamento vasco por mayoría, tal y como planteó Rubalkaba.

Los defensores de Egibar, entre ellos el propio Arzalluz, esgrimieron para respaldarle que l PNV había ganado las elecciones "gracias a él" y a su apuesta soberanista.

De esta manera, los moderados peneuvistas han optado por "tirar la toalla" y no volver a plantear este debate interno por la "guerra de desgaste" que supondría.

Las mismas fuentes añaden que "otra cosa" hubiera sido si el PNV hubiera perdido las elecciones. "Entonces, por supuesto, que hubiera caído la cabeza de Egibar", afirman.

Hasta la próxima Asamblea Nacional de 2004, en la que con toda probabilidad se sustituiá a Xabier Arzalluz como presidente el partido, en principio, los moderados del PNV no tienen previsto volver a plantear formalmente un giro en la política del partido.