En su opinión, "el que el Gobierno vasco utilice los resortes políticoseconómicos que el Estatuto pone a su disposición para derogarlo, constituye una deslealtad hacia la ciudadanía vasca". "Nos sentimos engañados por Ibarretxe y su Gobierno", agregó. "Quieren hacer tabla rasa del mayor punto de encuentro que hemos tenido los vascos en los últimos siglos".

A su juicio, en una historia plagada de "desencuentros, divisiones y enfrentamientos, el Estatuto supuso un bálsamo para nuestra maltrecha convivencia; un gran acuerdo social que dio respuesta a las reivindicaciones d autogobierno y que abrió un camino para construir un vasquismo cívico, una comunidad de ciudadanos plural y democrática. El nacionalismo e IU quieren echar por tierra esta gran conquista".

Por otra parte, el presidente del PSE-EE (PSOE) afirmó que el Estatuto fue posible porque a las fuerzas políticas que participaron entonces en su elaboración les unía "un espíritu de consenso y una actitud posibilista".

Sin embargo, continuó, hoy "los nacionalistas han trocado el consenso por la confrontaciónel posibilismo por el maximalismo y la radicalización. Han quebrado las bases y los principios sobre los que se ha construido nuestro autogobierno y están deshaciendo las bases de nuestra convivencia".