El comunicado, dado a conocer en Beasain (Guipúzcoa), de donde es su presidente y alcalde de la localidad, Jon Jáuregui, demanda a la banda armada que "permita a la sociedad vasca construir su futuro en paz", ya que és "será su decisión más acertada".

"Que deje (ETA) hablar a la sociedad vasca, y que pare. La violencia y la construcción nacional son incompatibles, al igual que lo son la democracia y la imposición".

El documento, que fue promovido por PNV y EA y contó con el voto en contra de EH, añade que la construcción de Euskal Herria debe hacerse sin el uso de la violencia, "y respetando en todo momento y sin excepción alguna los derechos humanos".

Subraya que son los vascos "los que constituyen el sueto de la nación vasca" y que "un ejercicio libre y democrático de voluntad ciudadana no admite ni la imposición de marcos inamovibles, ni libertades impuestas a la fuerza".

Sobre las acciones de violencia callejera o "kale borroka", la dirección de la "Udalbiltza" manifiesta que "obstaculizan la consecución del objetivo democrático" de la institución, al igual que los atentados de ETA.

Respecto al futuro de la Asamblea, el comunicado dice que continuará "por el camino emprendido, desarrollando s plan de actuación" y para conseguir los "objetivos fijados".

El comunicado se refiere también a las críticas que ha recibido esta institución, y dice que desde sus inicios "sufrió innumerables manipulaciones y ataques de no pocos medios de comunicación y fuerzas políticas, tanto españolas como francesas".