Anasagasti protagonizó su última intervención en el Congreso de los Diputados durante la reunión de la Diputación Prmanente para decidir sobre las peticiones de comparecencia de los ministros de Defensa, Trabajo y Hacienda.

No quiso despedirse del Congreso, ya que la próxima legislatura encabezará la lista para el Senado, después de cinco legislaturas en la Cámara Baja, sin hacer una mención a las fuertes críticas que ha suscitado la iniciativa del "lehendakari".

Respondió a quienes dicen que en diez años se va a "acabar con la pesadilla nacionalista", que los hechos "van a desmentir" esta percepción, y agreg que lo cierto es que en los últimos cuatro años "se ha consagrado el hecho del bipartidismo imperfecto".

"No se nos ha contestado a ninguna pregunta parlamentaria, ha habido un bloqueo estatutario absoluto", el presidente del Constitucional ha negado la existencia de los territorios históricos, no se ha permitido la defensa del euskera, y se ha propagado el "sentimiento de que somos un incordio político".

Por todo ello, el diputado peneuvista quiso dejar claro que lo que se ha venido denominandocomo "plan Ibarretxe" no es una propuesta de ruptura, sino "de convivencia", por lo que recalcó que no pide al PP que lo apruebe, pero sí que al menos se lo lea.