El director técnico de la FAD y coordinador del estudio, Eusebio Megías, explicó que este estudio se ha centrado en las opiniones de grupos formados por padres y madres con hijos de hasta seis años, y por profesores de enseñanza infantil y primaria.

Megías destacó que, ante esta situación, los padres educan desde la "confusión" e intentan recuperar un "modelo olvidado" que restablezca la autoridad, que aspire a la autonomía y la responsabilidad de los niños, pero que mantenga a la vez las "ventajas" educativas conseguidas.

Ante la "impotencia" de educar a sus hijos, el estudio refleja que los padres transmiten esta responsabilidad "a terceros" y, en concreto, a la escuela y al clima social en el que se desenvuelven los niños y que consigue "deseducar" a éstos.

De este modo, este análisis destaca "unas contradicciones no resueltas" que generan una tensión entre "el deber ser" y el "ser", reflejadas en situaciones como el reconocimiento de los padres a dedicar más tiempo a sus hijos, pero, a la vez, la pretensión de tener también más tiempo para ellos.

"LO MAS IMPORTANTE"

En este proceso educativo, los resultados del estudio recogen que, tanto los padres como los profesores, creen que la educación familiar "es lo más importante" y que ambos deben trabajar juntos para conseguir un mejor desarrollo de los niños.

Sin embargo, y a pesar de este acuerdo básico, existe una dificultad para llegar a un acuerdo, ya que, tanto docentes como padres, "tienden a delegar responsabilidades" y se culpan los unos a los otros, en vez de asumir sus respectivas responsabilidades.