Para López Garrido, la existencia de una parte del acuerdo que no se ha hecho pública lo prueba el que CiU no ha puesto en cuestión algunos puntos del programa del PP, como la bajada del tipo máximo del IRPF. "Es previsible que se vaya a un modelo muy desregulado, liberalizado y en donde hay mucha mens preocupación por los aspectos sociales", afirmó.

Asimismo, y sobre el nuevo modelo de financiación autonómica que han pactado populares y nacionalistas catalanes, López Garrido dijo que la cesión del 30% del IRPF a las comunidades autónomas es "extremadamente sensible para la redistribución social en España, que puede quedar muy afectada".

Asimismo, añadió que una reforma de este tipo no puede ser objeto de "un mero pacto entre PP y CiU", sino que tiene ser "un acuerdo de consenso en el conjunt de las comunidades autónomas".

Por otra parte, el dirigente de NI se felicitó de que la derecha política se haya puesto de acuerdo con el nacionalismo catalán, ya que "significa en sí un avance positivo, con independencia de los contenidos".

"Por fin", añadió, "la derecha española de raigambre centralista y de un españolismo intolerante entra en una concepción en la que España aparece como una concepción plurinacional, y esto es algo que se debe alabar, incluso desde la izquierda".

No obstate, López Garrido dijo que la izquierda en esta legislatura debe hacer una "oposición contundente" al nuevo Gobierno, que se va a inclinar "hacia lo meramente liberalizador en detrimento de la solidaridad".

"No deben crearse frentes innecesarios de fricción en la izquierda y debe mantenerse un clima de diálogo, manteniendo dentro de la izquierda cada una de sus formaciones su propia personalidad e independencia", dijo.