Bono, que presidió en Toledo la toma de posesión de los dos nuevos consejeros de la Junta, matizó que se va a relacionar con el Gobierno de Aznar "con exigencia leal, del mismo modo que lo he hecho con el de González".

"Lo queme une al bienestar de españa", añadió, "junto a mi impulso de luchar en favor del progreso de este país es muy superior a aquéllo que me separa de Aznar".

Sobre los posibles acuerdos que alcancen el PP y CIU en materia de financiación autonómica, el presidente de Castilla-La Mancha señaló que "sea cual sea el pacto, espero que se respete el principio solidario, porque sería un disparate que se rompiera este principio".

"Desearía que Aznar se imponga los límites que la racionalidad impone", contiuó Bono, "aunque tenga que hacer concesiones que a mí me parecen algo ridículas, como esto de hablar catalán por las noches y con los amigos".

Según el presidente castellanomanchego, Aznar es una persona que tiene derecho a luchar por ser presidente del Gobierno, pero "no anda muy sobrado de referencias que aumenten su capacidad como para que la derroche con algún gesto ridículo, como es ése de decir que el catalán es una lengua que habla con sus amigos".