El Gobierno ofrecía un incremento de las pensiones de un 3,5 por ciento para el próximo año. Si la previsión gubernamental de inflación, también de un 3,5 por ciento,no se cumpliera, el Gobierno garantiza mediante una cláusula de revisión automática la diferencia, pero que se pagaría a los pensionistas a partir del 1 de enero de 1995.

Ni CCOO ni UGT, y en concreto los representantes de la Federación de Pensionistas de ambas centrales sindicales, aceptan esta posición, por lo que creen que puede suponer de pérdida de poder adquisitivo, sobre todo durante 1994.

En consecuencia, la reunión finalizó sin acuerdo, aunque ambas partes han acordado seguir negociando.Mientras tanto, continúa la negociación sobre otro aspecto del pacto social por el empleo, máximo objetivo gubernamental en el plano económico: las medidas que afectan al fraude en la prestación por el seguro de desempleo.