Reconfiguración izquierda
Pablo Iglesias presenta Podemos como la izquierda que no quieren las oligarquías
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El exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, presentó este sábado a Podemos como la izquierda que no quieren las oligarquías, en contraposición al PCE de Santiago Carrillo y, tácitamente, a la agrupada en torno a su sucesora en la Vicepresidencia y el liderazgo de Unidas Podemos, Yolanda Díaz. “El proyecto de país de las oligarquías en este país es volver a tener una izquierda que no moleste”, sintetizó.
En su intervención en una mesa redonda de la llamada ‘Uni de Otoño’ de Podemos, bajo el título ‘Lawfare y mediafare’, Iglesias interpretó que esas élite u oligarquías están clamando que necesitan “otra izquierda, no como Podemos”; una que reconozca que la democracia la trajeron los planes de desarrollo del tardofranquismo y los Pactos de la Moncloa y alabe la “autocontención del Partido Comunista”.
Una izquierda, prosiguió, “que se ocupe de las cosas del comer, de los pobres, como una ONG”, pero “no que señale al poder mediático” y su supuesta corrupción, que “quiera tener a sus representantes en el Consejo General del Poder Judicial”. “¡Queremos una izquierda como la de Santiago Carrillo, que esa izquierda ya la teníamos domesticada, que se muera Podemos!”, exclamó poniendo voz a esas élites. Según dijo, hoy el objetivo de las oligarquías es “volver a tener una izquierda que no moleste”, no con “voluntad de Estado” y “voluntad de poder” .
Esa oportunidad, aseguró, volvió en marzo, cuando comenzó la guerra de Ucrania y se abrió la posibilidad de establecer un nuevo “consenso de régimen” y poner a la izquierda en la disyuntiva de defender la solución militarista o no. Entonces, con “un montón de hipócritas” que compararon la situación a la de 1936 en España, sólo Podemos fue capaz de decir “sí a la diplomacia, no a la OTAN”. Díaz, a la que no mencionó, apoyó el derecho de Ucrania a defenderse. Sí nombró al periodista Antonio García Ferreras, a quien se conjuró para “seguir deslegitimando”.
Sin embargo, Iglesias advirtió de que “no les va a salir bien” y que “a pesar del despliegue de fuerza que vienen haciendo todos estos años les estamos ganando el relato” y “la verdad poco a poco se va imponiendo”. Y remató que hace falta una lucha ideológica con calorías y proteínas” y que, en ella, “el actor político fundamental de esa lucha ideológica va a seguir siendo Podemos”.
Iglesias había partido de la llegada de Podemos al Gobierno, junto a “aliados electorales que jamás habrían soñado formar parte de un Gobierno de coalición”, para interpretar que el supuesto ‘lawfare’ contra su partido se debe a “haber doblado el brazo a los que se conjuraron para que no llegáramos al poder”.
"ALGUNOS HOMBRES BUENOS"
El exvicepresidente tomó como referente la película ‘Algunos hombres buenos’ para denunciar tres momentos en que el Estado han quebrantado las reglas de la democracia con el pretexto de defenderla: los GAL, el uso del sistema Pegasus para espiar a independentistas y los montajes policiales y judiciales contra Podemos, por las “resistencias de las élites al cambio político”. Y lo atribuyó a que la Transición fue un pacto entre franquistas y demócratas, con la monarquía como eje y símbolo.
Criticando que el periodista Nacho Escolar sugiriera que el Rey interviniera para desbloquear el CGPJ, dijo que tenía que haber pedido que fuera la sede de la soberanía nacional, el Parlamento, quien la ejerciera y cambiara las mayorías necesarias para impedir que el Partido Popular persistiera en el bloqueo. Pero, coligió, España tiene “una progresía mediática a la medida del poder”. A ella se opondría Podemos, como comenzó a desarrollar a continuación.
La portavoz de la Ejecutiva de Podemos, Isa Serra, inició el acto reiterando la tesis del partido de que la “difamación” mediática ha sido el verdadero objetivo de las investigaciones contra el partido, pero a la vez denunció que la justicia “es un refugio de franquistas y personas de extrema derecha”, que ejecutan una justicia “patriarcal” y con “sesgo de clase”. Según dijo, si los jueces hubieran destinado “una décima parte” del esfuerzo que han puesto en perseguir a Podemos lo hubieran empleado contra el PP, los dirigentes populares “estarían en la cárcel”.
Recordando su propia condena judicial , que atribuyó a ser activista social y dirigente de Podemos, Serra denunció que en España “la palabra de la policía va a misa”, pero que es un hecho que “la policía abusa de su poder, los jueces prevarican y los medios de comunicación miente”. En particular, los vocales del CGPJ nombrados a petición de Podemos son “militantes de derecha”.
También intervino la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, quien recordó su caso personal de montaje judicial por el que ha sido condenado a prisión el exjuez Salvador Alba, denunció el “efecto disciplinador” que tienen según ella determinadas acciones de los jueces contra políticos, llamó a repensar el acceso a la carrera judicial y, sobre el veto que sufrió en las negociaciones para renovar el CGPJ, criticó que se afeara a Podemos que mencionara su nombre como candidata. “¡Si no hay más nombres sobre la mesa!”, se asombró.
(SERVIMEDIA)
05 Nov 2022
KRT/gja