"Mientras no funcionen el control político, el control jurídico y el control cívico, esto no tiene arreglo", dijo Castellano antes de señalar que "la corrupción es cuando el fiscal se tapa la boca o el Tribunal de Cuentas no funciona".

El dirigente del asoc culpó a los dirigentes políticos de que "haya en este país una sobrecarga de tremendismo, que no nace de la situación del país".

Castellano confirmó durante el almuerzo de presentación de su libro el pacto entre Felipe González y Nicolás Redondo en 1974 para repartirse el partido (PSOE) y el sindicato (UGT), sin embargo rechazó "por injusto" que en el problema de la PSV el dirigente sindical haya sido un sinvergüenza. "Sería injusto", dijo. Nicolás tiene una responsabilidad por omisión, pero conoiendo al personaje no podemos hacer esa acusación", dijo a la pregunta de un periodista.

En su libro afirma que hace falta otra transición, y al señalarsele la coincidencia en esa propuesta con el presidente del PP, José María Aznar, Castellano dijo en tono irónico que "Aznar quiere que la segunda transición vaya hacia Cuelgamuros y otros queremos que vaya hacia el románico palentino".

Castellano aseguró que su libro no es fruto de "ninguna irritación, porque si algo le agradezco a la existencia s que lo he pasado muy bien. Si el libro sirve de entretenimiento, habrá servido para algo", afirmó.

Por su parte, el juez Julián Navarro dijo durante el acto de presentación que "no se podrá comprender la grangrena del felipismo sin la aportación de Pablo Castellano", mientras que Alonso Puerta, actual secretario general del Pasoc, aseguró que Pablo Castellano "siempre ha reivindicado la libertad, por eso era imposible que siguiese en el PSOE cuando éste se convirtió en un partido de socialistas dometicados".