Según Castellano, "el poder emplea un lenguaje ininteligible para no perder sus privilegios porque de esta forma el ciudadano se culpa a sí mismo de no entender lo que le dicen y no a los que mandan por no decir las cosas claras".

El diputado de IU pone como ejemplo de esta afirmación al presidente del Gobierno, Felipe González, quien "suelta su discurso a trallazos, sin hilar, lo que es una falta de respeto".

Asegura que hay un discurso político definido que se basa en la comunicación que tiene or punto de referencia al poder. "Su principal característica es su gran uniformidad, que hace que aportaciones de derecha y de izquierda se confundan", explica Castellano, para quien esa uniformidad se percibe en que el político no termina de llamar a las cosas por su nombre, atribuyéndolo a que el lenguaje político "es el arma fundamental de la lucha ideológica".

Pablo Castellano asegura que existe una burocratización del lenguaje político y que los culpables son los intelectuales que han contado co los medios de comunicación, "como por ejemplo Fernando Savater, Javier Pradera, o Juan Benet. Gracias a su firma el ciudadano ve avalado un lenguaje lleno de ambigüedad, ambivalencia e insinuación cláramente oscurecedora".

Según el político de Izquierda Unida, "nadie entiende lo que dice Felipe González, pero "estos intelectuales le alaban". Añadió que tanto en el caso del referendum de la OTAN como en la guerra del Golfo Pérsico, estos intelectuales, a los que califica de "orgánicos", tuvieron una ifluencia decisiva en la opinión de la sociedad.

Pidió además que se exija a los políticos que hablen claro, porque hay que obligar al político a que llame a las cosas por su nombre. "Hoy el discurso político encubre explotación económica, dominación política y alienación", aseguró.