Esa es la predicción estacional de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para el próximo otoño, dada a conocer este martes en una rueda de prensa telemática por su portavoz, Rubén del Campo.

El otoño astronómico comenzó a las 14.44 (hora peninsular) del pasado domingo y se prolongará hasta el próximo 21 de diciembre. Ello coincidirá casi prácticamente con el trimestre comprendido entre octubre y diciembre.

Pues bien, Del Campo indicó que hay una probabilidad “entre el 50 y el 60% de que sea más cálido de lo normal en todo el país”, e incluso las temperaturas sean más altas de lo normales cuanto más al sur de la península y en Baleares.

“Hay que remontarse a 2010 para encontrar el último otoño con carácter frío. Y la última estación completa ‘fría’ en España fue la de 2018, así que ya llevamos más de seis años sin ninguna estación ‘fría’. Hay una tendencia muy significativa de calentamiento”, subrayó Del Campo.

En cuanto a las lluvias, Del Campo apuntó que existen “incertidumbres muy grandes” asociadas a una estación usualmente con tiempo inestable. No obstante, el escenario más probable es el de un otoño con menos lluvias de lo normal en el oeste de la península y en Canarias. “Si esto se cumple, sería un cambio en el patrón de los últimos meses, que han sido húmedos en el oeste y el centro”, añadió. El resto del país tendría precipitaciones cercanas a las habituales.

VERANO

Por otro lado, el trimestre veraniego entre junio y agosto resultó ser muy cálido, con una temperatura media de 23,1 grados en la España peninsular, lo que supone 1,0 grado más respecto a la media del periodo de referencia comprendido entre 1991 y 2020.

Se trata del sexto verano más cálido de la serie histórica de la Aemet, que empieza en 1961, y también del siglo XXI. De hecho, nueve de los 10 estíos más calurosos pertenecen a la actual centuria.

Por primera vez, España superó los 23 grados de temperatura media del verano en 2003. Esta circunstancia se ha repetido cinco veces más desde 2015. “Eso demuestra claramente que los últimos veranos han sido especialmente calurosos”, sentenció Del Campo.

El calor intenso de la pasada estación veraniega se concentró en la canícula, es decir, entre mediados de julio y mediados de agosto, tras un junio con carácter fresco, esto es, con temperaturas por debajo de lo normal (el primer mes ‘frío’ en España desde abril de 2022).

De hecho, hubo dos olas de calor, una del 18 al 20 de julio y otra del 23 de julio al 12 de agosto. La segunda (de 21 días) resultó ser la segunda más larga de la serie histórica en España, solo por detrás de la que se prolongó durante 26 jornadas entre el 27 de junio y el 22 de julio de 2015.

“Julio y agosto formaron el segundo bimestre más cálido de la serie histórica, solo por detrás de julio y agosto de 2022”, apostilló Del Campo.

Respecto a las lluvias, el pasado verano fue muy húmedo y se convirtió en el sexto más lluvioso del siglo XXI, al acumular 82,2 litros en la España peninsular (un 17% más de lo normal), sobre todo tras un junio con chubascos frecuentes y una DANA (depresión aislada en niveles altos) que azotó Baleares en agosto.

TEMPERATURAS ANUALES

Por otra parte, este año está siendo el segundo más cálido de la serie histórica en España, con datos entre el 1 de enero y el 15 de septiembre, solo por detrás de 2022 y con 2020 y 2023 muy cerca. Los cinco años más cálidos en España desde 1961 se concentran desde 2017.

Además, 2024 ha batido 25 récords de días cálidos (es decir, que una jornada en concreto es la más calurosa para esa fecha exacta desde 1950) y ninguno de día frío, cuando lo normal son cinco -tanto cálidos como fríos- en un clima no alterado por el cambio climático.

Entre 2014 y 2024 se han registrado 221 récords de días cálidos y 7 de días fríos, es decir, aquellos son 11 veces más frecuentes que estos. “Es una tendencia clarísima de calentamiento”, apuntó Del Campo.

SEQUÍA Y AÑO HIDROLÓGICO

Por otra parte, la zona levantina y ambos archipiélagos se encuentran en situación de sequía meteorológica por acumular menos lluvias de lo habitual en el último año.

En cuanto a la sequía meteorológica de larga duración, que tiene en cuenta las precipitaciones de los últimos tres años, esta situación se mantiene en zonas de los tercios norte, este y sur peninsular, así como en Canarias. La más acusada continúa estando en el nordeste de Cataluña y la más duradera, en el Guadalquivir, el Guadiana y el sur de la península, que comenzó en marzo de 2016.

Por último, el actual año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre de 2023 y concluirá el próximo lunes, 30 de septiembre, está siendo normal en el conjunto de España, con 640 litros por metro cuadrado acumulados hasta el pasado 17 de septiembre.

No obstante, hay una gran diferencia entre los extremos noroeste (más de 2.000 litros por metro cuadrado en el oeste de Galicia) y suroeste de la península (menos de 80 en zonas de Alicante y Murcia). La Aemet prevé que las lluvias acumuladas en el actual año hidrológico estén entre un 4% y un 5% por encima de lo normal.