Otegi compareció como imputado ante Grande-Marlaska en relación a los 108 actos violentos ocurridos durante la huelga del pasado 9 de marzo en la Comunidad Vasca y Navarra, convocada por la formación "abertzale'. Sin embargo, el dirigente de Batasuna se desmarcó de dichos disturbios.

Aunque se negó a contestar a las preguntas del juez y del fiscal, Otegi aprovechó su comparecencia para referirse al alto el alto el fuego declarado por ETA.

Así, señaló que "en términos humanos, todos sabemos que constuir un modelo de solución y de paz es muy difícil", si bien añadió que "estamos ante una oportunidad real de solucionar los problemas", siempre según las mismas fuentes jurídicas.

El dirigente de la ilegalizada Batasuna dijo también que "el sufrimiento existe en todas las partes" y que "todos tendrían que poner de su parte" para alcanzar la paz, para que "todo se haga en términos democráticos de justicia, libertad y paz".