En un comunicado, la FADSP critica el comportamiento "cada vez más surrealista e irresponsable" en la gestión de una ministra "más preocupada por su imagen que por la salud de ciudadanos y consumidores".

En l caso del orujo de oliva, la federación señala la contradicción que supone que se tomen decisiones con carácter urgente cuando conocen el problema desde hace meses, al mismo tiempo que se desmiente rotundamente que existan riesgos para la salud.

A su juicio, esta situación deja sin credibilidad los mensajes tranquilizadores y alimentan la alarma social sobre la seguidad de los alimentos y sobre el control que ejercen las autoridades sanitarias. "Parece que una vez más se imponen los intereses de natualeza comercial sobre los de salud pública", afirman.

Apuntan que actuaciones como la del orujo de oliva ponen en evidencia la falta de solvencia técnica y la descoordinación entre el Ministerio de Sanidad y el de Agricultura, como sucedió durante la crisis de las "vacas locas".