En declaraciones a Servimedia, el director de la Agencia, Alvaro González Coloma, ha asegurado que se conoce "perfectamente" que la contaminación del aceite de orujo procede del proceso de elaboración y de un "excesivo" caletamiento al que se somete a los orujos, para que pierdan agua.

A su juicio, dado que se conoce el problema, es "sencillo" solucionarlo mediante una mejora en el refino, que elimine el benzopireno.

Por otra parte, González Coloma quiso dejar claro que el aceite de orujo no tiene "nada que ver" con el aceite de oliva, que es algo así como comparar el vino con el aguardiente. "El aceite de oliva ya ha abandonado la almazara cuando se elabora el orujo", dijo, para explicar gráficamente que no hay ninún riesgo en el consumo de aceite de oliva.

No obstante, reconoció que el sector olivarero está "muy preocupado" porque cualquier información puede perjudicar el consumo y la exportación, si bien confió en que las incidencias sobre el aceite de oliva no sean graves.