ORUJO. EL CONSEJERO DE SANIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA CRITICA LA RETIRADA DEL ACEITE DE ORUJO

EL ESCORIAL
SERVIMEDIA

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata criticó hoy la medida deretirar el aceite de orujo impuesta por el Ministerio de Sanidad y Consumo porque considera que, "el ministerio les ha facilitado una información insuficiente, imcompleta y en algunos casos contradictoria" sobre los riesgos que puede producir para la salud el consumo de aceite de orujo.

Lamata aclaró que, en su comunidad acataron la medida, en su momento, porque había dudas sobre los perjuicios que pudiese causar el consumo de aceite de orujo para la salud, ya que "siempre prima el principio de precauión".

Por ello, el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, que realizó estas declaraciones antes de intervenir en la jornada "La Articulación del Sistema Nacional de Salud" en los cursos de verano del Escorial, pidió más información al Ministerio de Sanidad, en la conferencia de consumo que se celebró el pasado lunes en Barcelona, para analizar los aspectos contradictorios que se plantean sobre el riesgo de consumir aceite de orujo.

Asímismo, explicó que al igual que ocurrió con la crisis de as vacas locas, las administraciones sanitarias ponen "listones muy altos" para proteger la salud aunque no haya constancia de riesgo inminente. Es más, "la propia alerta que dio el Ministerio de Sanidad y Consumo decía que había peligro para la salud, pero no inminente, sino que son problemas que pueden producirse por acumulación de un componente durante años consecutivos de consumo", matizó.

En este sentido, el consejero de Sanidad de Castilla La Mancha, puntualizó que la propia medida es contradictria ya que, "si hay un riesgo acumulativo, no inminente, se podría haber ejecutado una retirada progresiva del aceite".

"Pero", añadió, "si hubiera un riesgo inminente, y que puediese producir daño a la salud humana en horas, no tendría sentido el decir que el asunto fuese confidencial porque habría que haber advertido a los consumidores y restaurantes, así como a otro tipo de establecimientos, que dejase de consumir inmediatamente y no sólo inmovilizar el aceite en los establecimientos comerciales". Por último, Lamata señaló que para prevenir la legionella hay que establecer una "norma común, y de este modo, el consumidor tendrá confianza en lo que hacen los responsables de la salud y estará tranquilo".

(SERVIMEDIA)
12 Jul 2001
PGS