La hermana de José Antonio, Lucila Ortega, dijo hoy que, a pesar del cansancio por la presión de la incertidumbre y la tristeza, la familia mantendrá la esperanza intacta hasta el último momento, unida en la espera de su regreso.

La familia, que aprvecha esta ocasión de nuevo para pedir la liberación del funcionario, reconoció que este año sin José Antonio se le ha hecho especialmente largo y que sobrellevar el día a día es cada vez más difícil.

Lucila Ortega afirmó que 300 días son demasiados para mantener a una persona privada de libertad, y que, cansados de solicitar pruebas de que José Antonio se encuentra bién, prefieren dejar a la banda terrorista "que actúe según sus criterios".

La Plataforma por la Paz de Burgos pidió hoy que el próimo domingo, cuando se cumplan los 10 meses del secuestro, todas las ciudades de España participen en actos de solidaridad.