Piensan que la reinserción es un derecho individual de cada pres, que debe ser aplicado a todos los presos que lo deseen, ETA o GAL, sin privilegios ni discriminaciones en cuanto a si cuenta o no con delitos de sangre.

Para ambas organizaciones "cada reinserción efectiva de un ex-delincuente, además de una oportunidad para el propio preso de rehacer su vida, constituye un éxito del sistema judicial y penal en su lucha contra el delito".

Los colectivos pacifistas señalan en su documento tres principios que, necesariamente, deberán acatar aquellos presos que queran reinsertarse: la desvinculación de la organización armada y una renuncia explícita a cualquier estrategia violenta, el acatamento a las reglas y principios democráticos y el reconocimiento del daño causado.

Gesto por la Paz y Denon Artean afirman que lo que no sería nunca exigible al reinsertable es la renuncia a sus opiniones o ideas políticas, "porque su delito no es de pensamiento, sino de acción".

Sobre las indemnizaciones a las víctimas del terrorismo, entre las que incluyen también a ls víctimas de las acciones de los GAL, afirman en su escrito que "tienen derecho a los medios necesarios para llevar una vidad digna" y que los medios deberán ser proporcionados por el Estado.

Estos pagos deberán realizarse, a jucio de los pacifistas, "en forma de pensiones e indemnizaciones extraordinarias bajo el principio de que, entre todos, debemos compensar en lo posible a los que sufren directamente el azote de un terrorismo que va contra toda la sociedad a través de ellos".

Los colectivospacifistas vascos solicitan a la sociedad que realice un debate "sereno" sobre la reinserción de los presos, que no debe obedecer a criterios coyunturales como los políticos.