El Parlamento Europeo reanudará sus funciones el 1 de septiembre y debatirá la directiva sobre el consumo y emisiones de CO2 de los nuevos vehículos a la venta en Europa.

Esta directiva propone que, partir del año 2012, los vehículos vendidos en Europa emitan un promedio de menos de 130 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, frente al límite actual de 160g CO2/km.

Además, pretende imponer multas a los fabricantes que no respeten estos límites: 20 euros por vehículo y gramo de CO2 sobre el límite en 2012; 35 euros en 2013; y 95 euros pasado 2015.

Para las organizaciones ecologistas de toda Europa y defensores de la eficiencia del sector automovilístico, el contenido actual de la propuesta la hará "ineficaz", por lo que hacen un llamamiento a los europarlamentarios para que vayan más lejos a la hora de reducir el impacto climático de los automóviles.