El Juzgado de Primera Instancia número 12 de Madrid, en sentencia del 25 de junio de 2001, analiza exhaustivamente la demanda interpuesta por la ONCE contra la OID, y concluye que los actos realizados por la parte demandada son contrarios a las exigencias de buena fe y, por tanto,desleales; que la comercialización diaria por parte de la demandada del denominado "boleto del discapacitado" utilizando la mención "... sistema de sorteo: En combinación con el sorteo de la ONCE" son actos de explotación de la reputación ajena, actos de confusión y actos de imitación y, por tanto, desleales y que los actos realizados por la demandada son actos de engaño y constituyen actos de denigración y, por tanto, desleales.

La sentencia obliga a la OID al cese de los actos de engaño, al cese en a realización de actos denigratorios, al cese de inmediato en la violación de normas que le otorgan una ventaja competitiva frente a la ONCE, cesando en cualquier actividad de fabricación, comercialización u otra análoga o similar relacionada con la venta de cupones, boletos u otros análogos, mientras no obtenga la correspondiente autorización administrativa.

Asimismo, sanciona a la OID al pago a la ONCE de la suma de 153.354.000 de pesetas e intereses por entender que la demandada se ha aprovechado dl sorteo de la ONCE y ese aprovechamiento le ha evitado unos gastos que de otra forma tendría que haber desembolsado o de lo contrario no habría podido vender su cupón.

Además, el Tribunal entiende que es evidente el daño moral causado a la ONCE, máxime cuando uno de estos actos desleales consiste en la denigración reiterada que se ha venido produciendo en diversos medios, por lo cual, el Tribunal condena a la OID al pago de 50.000.000 de pesetas a la Organización Nacional de Ciegos. La sentencia señaa un plazo de recurso de cinco días.