Esa es la conclusión de un estudio realizado por siete investigadores de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) y publicado en la revista ‘PLOS ONE’.

Los autores emplearon imágenes de drones y datos biológicos de etiquetas colocadas con ventosas en 11 orcas frente a la costa de Columbia Británica para recopilar datos sobre sus hábitos.

La inmersión más larga registrada fue de 8,5 minutos en un macho adulto. "Las orcas son como velocistas que no tienen la resistencia maratónica de las ballenas azules y jorobadas para realizar inmersiones profundas y prolongadas", según Andrew Trites, profesor del Instituto de Océanos y Pesca de la Universidad de Columbia Británica.

Confirmar que las orcas solo respiran una vez entre inmersiones permitió a los investigadores calcular cuántos litros de oxígeno consumen los adultos y los juveniles por minuto.

Las orcas analizadas respiraban entre 1,2 y 1,3 por minuto mientras descansaban, y entre 1,5 y 1,8 mientras viajaban o cazaban. Comparativamente, los humanos tienen a realizar unas 15 respiraciones por minuto en reposo y de 40 a 60 mientras hacen ejercicio.

"Es el equivalente a contener la respiración y correr al supermercado, hacer compras y regresar antes de volver a respirar", indica Beth Volpov, becaria postdoctoral del Instituto de Océanos y Pesca.