Según la nota, la niña Elena Cendral, aquejada de una meningitis de virus desconocido y que permanecía con respiración asistida, fue sometida a una arriesgada operación quirúrgica sin anestesia, tras la que se recuperó de forma "tan extraordinaria" que ni los médicos pudieron dar crédito, ya que su estado parecía irreversible.

En los días previos a la operación, Elena seguíainconsciente, con un ojo desviado, la boca torcida e incapacitada para hablar. Su situación era tanto más complicada puesto que desde hacía dos años vivía con un riñón trasplantado.

Fue la abuela de la niña, aconsejada por una vecina que pertenece al Opus Dei, la que inició los rezos, misas y novenas a Josémaría Escrivá para pedirle la curación de su nieta.

La comunidad de Luou se encomendó también a la misma fé de la abuela y durante nueve días acudió a rezar a la parroquia la oración que figuraa en la estampita con la imagen del beato que les fue repartida por cientos. Un sacedote se encargaba también de leer a dirio un pasaje de la azarosa vida de Escrivá de Balaguer.

Tras la recuperación de Elena Cedrán, su abuela no duda en atribuírsela al citado beato, dado que la curación no ha dejado secuelas, mientras la madre de la niña afirmó que "los médicos se pusieron muy contentos y dijeron que era un milagro. Ellos mismos han dicho esa palabra y nosotros no vamos a ser tan tontos de no reconocrlo".

José María Escrivá de Balaguer fue elevado a la categoría de beato al atribuírsele la curación milagrosa que le hizo a una religiosa que padecía un tumor. El Opus Dei afirma disponer de la documentación que acredita a su fundador como protagonista de otros 20 milagros más.