El portavoz socialista, Fernando Salgado, aseguró que la operación ha generado escandalosas plusvalías en favor de la iniciativa privada y apuntó que los anteriores propietarios habían adquirido el inmueble por 25 millones.

Oujo Bello, de Coalición Galega, puso en duda que ese gasto fuera razonable y prioritario en la actual situación de crisis que atraviesa la comunidad autónoma.

Por su parte, el consejero de la Presidencia, Dositeo Rodríguez, aseguró que la operación ha sido correcta en todo momento y justificó la compra del palacete para que Galicia pueda relacionarse con el exterior dando una imagen de modernidad que no permitía la sede actual, situada en una quinta planta de la madrileña calle de Serano.

"No tiene nada que ver con un palacio, es una casa digna de Galicia", afirmó Rodríguez, quien añadió que desde allí la Xunta espera proyectar la realidad cultural y económica de la región y captar inversiones internacionales.