Según señala el regulador en un comunicado, esta propuesta de regulación será enviada para consulta pública a la Comisión Europea, al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, a las autoridades nacionales de regulación y a las propias operadoras antes de su adopción definitiva.

El objetivo de esta medida es facilitar el acceso a los edificios de las redes de fibra óptica, ya que "es uno de los puntos críticos que afrontan los operadores cuando despliegan una red", por razones tanto de índole legal, como económica o por falta de espacio.

Asimismo, la CMT constata que, "en el caso de España, hay un porcentaje muy elevado de edificios que no están equipados con infraestructuras comunes de telecomunicaciones, por lo que para instalar nuevas cajas terminales y desplegar acometidas verticales para alcanzar las viviendas de cada usuario los operadores deben conseguir nuevas autorizaciones de las comunidades de propietarios, así como buscar espacios en garajes, trasteros, patios, fachadas o huecos de ascensor".

En consecuencia, el primer operador que acceda al edificio deberá atender a las solicitudes razonables de acceso a los elementos de su red y equipos situados en su interior o en las proximidades del edificio, y que faciliten la compartición en el último tramo del acceso óptico hasta la vivienda del abonado.

Además, ese primer operador debería asumir la gestión para obtener los permisos de las comunidades de vecinos para la instalación de sus elementos y los del resto de operadores.

La CMT también instará a los operadores a que lleguen a acuerdos recíprocos y para que el operador que primero realice el despliegue ofrezca acceso a los elementos de red a "precios razonables".