Esta iniciativa prevé que en caso de que el consumidor contrate determinados sevicios mediante un crédito y la prestación de los mismos no se produzca, pueda dejar de pagar las cuotas mensuales, de manera que sea la empresa prestadora la que asuma la deuda ante la entidad financiera.

De igual modo establece la obligatoriedad de entregar al consumidor un documento con todas las condiciones del crédito, antes de la celebración del contrato, de manera que la persona sea en todo momento consciente de que se suscribe un préstamo.

CiU destaca la importancia de esta reforma, despus de que se haya producido el cierre de varias academias de inglés que ha afectado a cerca de 100.000 alumnos y a más de un millar de trabajadores.

Los nacionalistas catalanes entienden que esta es una respuesta adecuada a la "crisis de confianza" que estos cierres han generado y que, incluso, han afectado a otros centros de enseñanza no reglada que hasta ese momento no habían tenido problemas.