Según informaron fuentes de la casa automovilística, con los proyectos que actualmente está desarrollando para la CE, sería posible reducir en un 60 por ciento las causas que provocan los accidentes por colisión.

Los mismos potavoces del fabricante alemán señalaron que alguno de los sistemas propuestos por Opel a los expertos de la Comunidad ya han sido experimentados, como es el caso del modelo "Omega", sobre el que los ingenieros han diseñado una red de comunicacones entre el vehículo y la carretera.

El sistema consiste en utilizar la transferencia digital de datos a través de ondas de radio. Es decir, los vehículos transmiten señales que son recibidas por los coches que marchan delante o detrás, así como por los que cirulan en sentido contrario.

Con el modelo propuesto por la firma alemana, los ordenadores que llevan incorporados los coches permiten intercambiar entre vehículos adyacentes información sobre el estado de las carreteras con las que se van a encontrar en los próximos kilómetros, la situación del tráfico y las vías que están bloqueadas.

Los expertos de Opel han diseñado, a su vez, un sistema accesorio, desarrollado por Siemens, que permite prever aglomeraciones y retenciones del tráfico, mediante seales infrarrojas que son captadas por un ordenador de tráfico al que pueden acceder las computadoras de a bordo.

La condición que exige el empleo de este sofisticado sistema de intercomunicación es la de programar el vehículo con las coordenadas del destino escogido.

Las mismas fuentes explicaron que "si la situación del tráfico cambia durante el trayecto, el vehículo recibirá información actualizada al pasar ante alguna de las señales de alerta por infrarrojos".

También informaron que exist otro prototipo, producido por la empresa Bosch Blaupunkt, "que se encarga de la navegación para llevar al conductor hacia su destino por los itinerarios más idóneos", mediante la introducción en el sistema informático del vehículo de un mapa callejero.

Opel ha destinado al proyecto comunitario "Prometheus" un presupuesto de 800 millones de marcos, unos 50.400 millones de pesetas, y un equipo de investigación de 300 personas, entre ingenieros y científicos.