Según datos de la OMS, una de cada 40 mujeres está infectada por el SIDA en el Africa subsahariana, una de cada 500 lo está en América Latina y una de cada 700 es portadora del virus VIH en América del Norte.

El 30 por ciento de los niños que nazcan de estas mujeres tendrán anticuerpos de la enfermedad, cifra que se verá ampliada por los que resulten infectados al entrar en contacto con la leche aterna.

A pesar de ello, los organismos de la ONU aseguran que el peligro de transmisión del SIDA es menor que la carencia de una alimentación adecuada, especialmente en zonas del mundo donde las principales causas de mortalidad infantil son las infecciones y la malnutrición.

Para muchos bebés del Tercer Mundo ser amamantados es una cuestión de vida o muerte, en opinión de la ONU, que asegura que todos los días mueren por deshidratación, diarrea o infecciones entre 3.000 y 4.000 niños.

Los epecialistas aseguran que en los cuatro a seis primeros meses de vida la leche materna es esencial para el desarrollo físico del recién nacido y jamás puede ser sustituida por productos alimenticios sustitutivos o complementarios.