Al concluir una visita de cinco días a Sudán, Holmes indicó que la expulsión de 13 ONG internacionales y la clausura de otras tres locales por el Gobierno sudanés generó nuevos riesgos para la población en Darfur y una crisis de confianza en la comunidad humanitaria.

Holmes llamó la atención sobre la creciente inseguridad para las operaciones humanitarias en esa región, donde han aumentado el bandidaje y los secuestros.

Por otra parte, Holmes expresó su preocupación por los altos índices de violencia en el sur de Sudán, donde decenas de miles de personas se han desplazado recientemente por las luchas tribales.

En ese sentido, urgió al Gobierno a fomentar el desarme voluntario y a tomar medidas para promover una reconciliación de las diferencias entre esos grupos armados.

En lo que va de año, unas 1.000 personas han sido asesinadas y más de 100.000 se han desplazado en siete estados del sur de Sudán por los ataques del grupo rebelde ugandés Ejército de Resistencia del Señor y por enfrentamientos entre diferentes grupos étnicos.