Sin los gastos extra, la compañía habría salido en 2007 de los números rojos, y registrado un beneficio neto de 36 millones de euros.

Según explicó la compañía, en 2007 el operador decidió asumir gastos extraordinarios por un total de 234 millones euros, cargos que obedecen sobre todo a la amortización anticipada de fondos de comercio generados con anterioridad a la adquisición de Auna.

Por su parte, el resultado bruto de explotación de la compañía de telecomunicaciones creció en 2007 un 14,9% hasta los 642 millones de euros. Mientras, los ingresos alcanzaron los 1.616 millones de euros, lo que supone un 1,1% menos que el año anterior.

Según la compañía, "una buena parte del éxito se fundamenta en el desarrollo de su oferta triple play", que incluye televisión, Internet y teléfono.

El 31,2% de los clientes totales de ONO estaban suscritos a este combinado, cuando un año antes el porcentaje era del 30,7%.

Además, "el desarrollo del negocio de banda ancha fue clave", señalaron, ya que ONO incrementó en un 13,9% su cartera de clientes de Internet para llegar a los 1,2 millones.

Por otra parte, en lo que hace referencia a la TV de pago, al cierre de 2007, el 51,6% de los clientes del operador tenía contratado su servicio televisivo.