Las agresiones podrían ocultar otros motivos que los religiosos, puesto que no siempre se dirigen contra actividades de ONGs cristianas, según denuncia el centro de documentación sobre derechos humanos en el sur de Asia, una ONG de la capital india. Según esta fuente, la violencia contra los extranjeros se está convirtiendo en un grave y creciente problema en el país.

Manuel Marín, vicepresidente de la Comisión y comisario encargado de las relaciones exteriores con algunos países asiáticos entre los que se incluye India, se ha mostrado preocupado por una represión "cuya extensión debe ser estudiada todavía".

En respuesta a una pregunta parlamentaria del eurodiputado Wilfried Telkmper sobre la seguridad de las ONGs europeas, especialmente de base cristiana, en este país, Marín informó que los embajadores de los Estados miembros de la UE ya han pedido al Ministerio de Asuntos Exteriores indio que tome medidas.

Según Marín, "el Gobierno indio ha manifestado que tomará todas las accioes necesarias para suprimir estas actividades y proteger a los ciudadanos europeos y trabajadores extranjeros de estos actos criminales".

Este año, las autoridades indias han establecido una comisión encargada de proteger a las minorías, entre ellas las religiosas. Aunque no cuenta con poderes judiciales, Marín espera que ejerza "la necesaria presión y apoyo moral público" a estas ONGs cristianas, y así "reprimir la influencia de los grupos extremistas".