Reunidos en el Palacio de Congresos de Estrasburgo, los representantes de las ONGs debatieron sobre el tema "Juzgar los crímenes contra la humanidad", en un encuentro organizado por la misión para la celebración del cincuenta aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.

El secretario general de Amnistía Internacional, Pierre Sané, declaró que el objetivo de las ONGs es "obtener sesenta ratificaciones antes del 30 de septiembre del 2000 para queel Tribunal Internacional pueda establecerse antes de que acabe este siglo".

El tratado no entrará en vigor hasta que no lo ratifiquen 60 Estados y hasta ahora sólo han podido recoger 48 firmas. El texto deberá ser examinado después por las instancias competentes de cada país, y en un gran número de Estados, como en el caso de Francia, implicará una revisión de la Constitución.

La campaña de la ONGs no sólo implica acelerar los procesos, subrayó Sané, sino que los gobiernos renuncien a la posibildad que les ofrece el Tratado de Roma de excluir los crímenes de guerra dentro del campo de competencias del futuro Tribunal durante siete años, hasta la revisión del Tratado, según declara en "Le Monde".

Muchos participantes subrayaron las debilidades de los dos tribunales internacionales "ad hoc", el de la ex Yugoslavia y el de Ruanda, y los defectos del Tratado de Roma sobre el Tribunal Penal Internacional, así como las ambigüedades de muchos Estados que utilizan sus jurisdicciones para eludir sus esponsabilidades porque desconfían o rehusan cooperar con ellas; y también que la política sirva de obstáculo a los avances de la justicia.