LAS ONGs DE COOPERACION AL DESARROLLO DE LA UE TEMEN A LA GLOBALIZACION
- Piden a la Comisión que integre sus objetivos en los de la política exterior comunitaria
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Lograr que los objetivos de la política exterior comunitaria se acerquen a los de las ONGs es el gran reto al que se enfrenta el Comité de Unión de las ONGs y la UE, que representa a más de 900 organizaciones no gubernamentales europeas dedicadas al desarrollo y que hoy celebra su asamblea general en Bruselas.
La globalización y mundialización plantean crecientes problemas a las políticas de cooperación al desarrollo de la Unión Europea y los estados miembros. Actuamente, los Quince aportan el 56% de toda la ayuda mundial al desarrollo de los países más pobres. El 15% proviene de la Comisión y el resto de los diferentes países miembros. Sin embargo, el tratado de Lomé (que enmarca la política de cooperación comunitaria) llega a su fin y las ONG luchan para que la era post-lomé no deje de lado a los más pobres.
La cooperación al desarrollo ya no es un sueño de hippies izquierdistas. La Asamblea General del Comité de Unión lo ha dejado bien claro, con más de cien epresentantes de organizaciones no gubernamentales de toda la UE orientadas al desarrollo. Entre ellas se encontraba la delegación española, integrada por representantes de Manos Unidas, el Centro de Estudios y Solidaridad con América Latina, Solidaridad internacional, Fundación Cooperación y Educación, Cáritas España, etc.
La Asamblea General de este año se centra en el tema de la "Globalización, colaboración y la erradicación de la pobreza". Tras aprobar el nombramiento de su nuevo presidente, el brtánico Mike Aaronson, hasta ahora cabeza de la plataforma de ONGs del Reino Unido, los representantes han pasado a discutir las distintas cuestiones.
Las actuales tendencias globalizadoras del planeta plantean a los países ACP una disyuntiva dolorosa: adaptarse o morir. La Comisión Europea quiere, dentro de un proyecto post-lomé a largo plazo, fomentar la integración económica de los ACP en el mercado mundial. Eso supone eliminar las preferencias arancelarias que la UE les ofrece. Para ello, el princial escollo es el periodo de transición del que dispondrían los países para adaptarse a las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Un segundo punto peliagudo en la agenda de las ONGs europeas para los próximos años es cómo enfrentarse a la ampliación comunitaria. "La ampliación geográfica y la profundización política no pueden resultar en una menor atención hacia los más necesitados del planeta", ha señalado el presidente electo, Mike Aaronson. En este sentido, el Comité de Unión pide que la U reorganice su cooperación al desarrollo creando la figura de un único comisario responsable de todos los proyectos y la ayuda humanitaria.
El papel de la sociedad civil y grupos ciudadanos en los proyectos de desarrollo en los propios países receptores ha recibido una atención especial. La representante de las ONGs de los países ACP ha señalado la importancia de esta participación, ya que las organizaciones africanas no cuentan con el apoyo de sus propios gobiernos, por lo que necesitan ayudas exterires para poder fortalecerse.
En este sentido, los representantes de los ACP han señalado que sus países no esperan recibir siempre dinero y éste no es su primer objetivo. Para ellos, es más importante recibir formación y capacitación permanente y conocimientos estructurales, fórmulas de lucha contra la pobreza, que "grandes sacos de dinero ocasionales". Por ello, la ampliación de la UE puede ser incluso positiva, ya que podrán entrar en contacto con otros países.
(SERVIMEDIA)
24 Abr 1998
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