Además del envío de alimentos, agua potable, medicina y utensilios de primera necesidad, World Vision considera "que es fundamental crear programas que ayuden a las comunidades a superar los impactos emocionales que suponen vivir una catástrofe de grandes dimensiones".

En Sri Lanka, la ONG ya ha puesto en marcha programas de rehabilitación psicológica y se está capacitando a miembros de las mismas comunidades para que puedan brindar este tipo de ayuda a sus vecinos.

Para ayudar a los niños se han creado los denominados "Espacios amigables" con el objetivo de que este colectivo pueda desarrollar actividades creativas que los ayuden a superar los miedos y traumas.