Su director, Arturo San Román, explicó hoy a Servimedia que su objetivo es desmarcarse de la tendencia habitual en la Frecuencia Modulada (FM) de identificar la oferta musical con un bombardeo comercial de los temas que las casas de discos quieren vender.

En la primera semana de andadura de OCM, sus responsables han apreciado una buena respuesta de los oyentes que han apoyado la iniciativa en llamadas telefónicas a los programas y, aunque por ahora no existen datos de seguimiento, se espera que las cifras de audiencia experimenten un claro ascenso.

Como indicador de la aceptación de la audiencia, San Román comentó que "en el espacio matinal, que hay varias secciones en las que el público puede dejar sus mensajes en un contestador, hay del orden de 80 llamadas diarias; en el que presenta Kike Supermix hay en torno a las 120 llamadas por programa y por la tade, en el programa de sexo, se bloquea la centralita".

Aparte de los mencionados, goza de gran aceptación el programa que cada tarde dedican a las ONG's, y en la franja de noche, Jesús Quintero (el "lobo estepario") da la réplica a los espacios deportivos, que copan ese horario, en la misma linea de lo que hace Concha García Campoy en la Onda Cero Radio (OCR) convencional.

"La clave está en la diferenciación", destacó el director, "en dar cada noche dos ofertas completamente distintas entre si, abas de lujo y plenas de contenido, que además suponen una opción de escuchar algo que no sea qué ha hecho ese día el Real Madrid".

ALGO MAS QUE COMERCIAL

El objetivo de la cadena es una franja de edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, un perfil de oyente que quiere algo más que sólo música comercial, que está interesado en lo que pasa a su alrededor y quiere opinar sobre ello.

"En contra de lo que podría esperarse, este proyecto no sólo no ha recibido el rechazo de las discográficas, sno que han redoblado su inversión publicitaria, porque han comprendido que con esta fórmula el oyente está más atento a su receptor", señaló San Román.

"Hay mucha 'radio-fórmula' en España y no hay campo para todas", observó el director de OCM, "por eso nosotros hemos apostado por compaginar la programación musical, que continúa y con un alto nivel de calidad, con otros contenidos. Es un reto más costoso y más especializado, pero valiente e interesante".

Los fines de semana, la programación de OC es prioritariamente musical, pero a cambio la oferta es más especializadas: de dos a cuatro de la tarde de los sábados y domingos se programa música "new age"; el sábado por la mañana hay un programa que recorre el panorama de la actualidad sudamericana, y a lo largo de los dos días se suceden los programas con una etiqueta diferenciadora.