En declaraciones a Servimedia, un portavoz de la ONCE valoró la aprobación ayer en el pleno del Congreso de los Diputados de la reforma electoral que permitirá a las personas invidentes o con graves deficiencias visuales votar con papeletas escritas en alfabeto braille, aunque considera que lo óptimo "es el voto electrónico"

Para la organización, el voto en braille conlleva una serie de problemas, como el tamaño de las cartulinas, que tendrían unas dimensiones mayores, lo que obligaría a modificar el tamaño de las urnas. Además, no todos los ciegos saben braille y los miembros de las mesas electorales no conocen este alfabeto.

Estas razones llevan a la ONCE a considerar que la garantía del sufragio secreto en el caso de los invidentes, que deben recurrir a terceras personas para seleccionar la papeleta, pasa por la implantación del voto electrónico.

Pero, de momento, la falta de legislación al respecto frena la opción más barajada por el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y la ONCE, que es la puesta en marcha del voto electrónico.