Según explicaron, el convenio prevé desarrollar actividades formativas procedimentales y de visibilidad de la intervención psicológica con personas con discapacidad visual afectadas por situaciones de catástrofes y emergencias, así como acciones para prevenir la violencia de género, la conducta suicida y la discriminación Lgtbi entre el colectivo.

Torres y Vilaseca expresaron su satisfacción y coincidieron en asegurar que los cuatro ejes de trabajo previstos buscan “contribuir a reforzar la autonomía de las personas con discapacidad visual frente a situaciones comunes de vulnerabilidad para cualquier persona, que en su caso pueden verse acrecentadas por distintos factores”.

En el ámbito de las emergencias, el convenio recoge la organización de un simulacro de activación de posible emergencia o desastre en el que participarán personas con discapacidad visual y profesionales del Grupo de Intervención en Emergencias y Catástrofes (Gipec) Islas Baleares, que orientarán a los participantes acerca de las medidas necesarias para reducir o minimizar sus daños y riesgos. De este modo, los profesionales del Gipec podrán también identificar las necesidades particulares de las personas con discapacidad visual.

En cuanto a la prevención de la violencia de género, el convenio contempla la organización de formaciones específicas dirigidas al personal técnico que trabaja con mujeres con discapacidad visual, a fin de prevenir dichas situaciones entre el colectivo y facilitar indicadores de cara a la detección e identificación de maltrato.

El acuerdo prevé asimismo acciones formativas orientadas a la formación del personal técnico que trabaja con personas ciegas o con baja visión para prevenir la discriminación de las personas Lgtbi con discapacidad visual, facilitar indicadores de detección e identificación de situaciones de homofobia, bifobia y/o transfobia, así como legitimar y visibilizar la diversidad sexual en las personas con discapacidad.

Por último, el Copib y la ONCE formarán personal técnico que trabaja con personas con discapacidad visual para identificar posibles conductas suicidas riesgo y entrenar a estos profesionales en la detección y manejo inicial de personas con riesgos suicidas, antes de su derivación a los servicios especializados.