Así lo explicó en rueda de prensa el director general de la ONCE, Ángel Sánchez, quien subrayó que uno de los objetivos fundamentales de esta organización es la creación de empleo, activo fundamental en la inserción social de una persona con discapacidad.

En este sentido, Sánchez detalló que en 2007, la ONCE y su fundación crearon un total de 6.692 puestos de trabajo directos e indirectos, de los que 5.500 fueron ocupados por personas con discapacidad. Es decir, el año pasado, 15 personas discapacitadas consiguieron trabajo cada día gracias a la acción de estas entidades.

De las 5.500 personas con discapacidad que encontraron empleo el año pasado gracias a ONCE y a su Fundación, el 50 por ciento tenían discapacidad física; el 22 por ciento, psíquica; el 18 por ciento, sensorial, y el resto sufría varias discapacidades, detalló el vicepresidente primero ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán.

En la actualidad, la ONCE y su fundación dan empleo, directa o indirectamente, a 115.000 personas, de las que 90.000 tienen alguna discapacidad.

A juicio de la Fundación ONCE y de la propia organización de ciegos, es cierto que las administraciones públicas "pueden hacer más" para mejorar la inserción laboral de las personas con discapacidad, pero, en opinión de Durán, no tanto obligando a las empresas a cumplir con la reserva de empleo para discapacitados, como convenciéndolas de las ventajas que esta acción tiene.

Algo que sí debe hacer el Gobierno en el terreno de la inserción laboral de las personas con discapacidad según afirmaron estos representantes de ONCE y de su fundación es sentarse a revisar ya el acuerdo suscrito entre el Ejecutivo y la ONCE para el periodo 2004-2011 en materia de empleo.

En virtud de este acuerdo, la ONCE y el Gobierno se comprometen a crear un total de 16.000 empleos de calidad y dar 32.000 acciones formativas a personas con discapacidad. A día de hoy, subrayó Durán, se han creado ya más de 11.600 puestos de trabajo y se han impulsado 93.000 acciones formativas.

AUTONOMÍA PERSONAL

Además de la formación y al empleo, el dinero invertido por ONCE y su fundación en políticas sociales tiene como finmejorar la autonomía de las personas con discapacidad. En 2007, un total de 20.000 ciudadanos se beneficiaron de estas acciones.

En esta línea, el director general de la institución de ciegos en España recordó que el año pasado se afiliaron a la ONCE un total de 3.500 personas a las que una enfermedad o un accidente les hizo perder la vista (algunas eran ciegas de nacimiento) y a las que los técnicos de la organización enseñaron a asumir su nueva situación.

Y es que, dijo, "la vida no acaba por perder la vista", aunque sí parece empezar de nuevo, ya que hay que volver a aprender a hacer cosas tan cotidianas como asearse o caminar solo por la calle.

EL CUPÓN

Tanto Sánchez, como Durán recordaron que la atención que la Fundación ONCE y la propia organización prestan a las personas con discapacidad es, en buena medida, gracias a la venta de los productos de juego que la institución comercializa.

En este sentido, su director general indicó que la ONCE logró el año pasado unos ingresos por las ventas de sus juegos de 2.165,31 millones de euros, lo que supone una mejora del 1,06% con respecto a 2006.

En cualquier caso, matizó Sánchez, el crecimiento en los ingresos por venta de juego de 2007 y también de 2006 obtenido por la ONCE es "insuficiente" y obliga a la organización a ser "cada día más eficaz".

De momento, hasta mayo de 2008, "hemos cerrado en tablas y seguimos luchando para poder mantener esa tendencia de crecimiento", apuntó Ángel Sánchehz.

Por su parte, Alberto Durán subrayó que para hacer frente a la crisis generalizada que vive España, la Fundación ONCE "no tiene una fórmula exacta", pues sus empresas se mueven en muchos sectores y cada uno de ellos "requiere una medicina distinta". En cualquier caso, apuntó, "una buena planificación" y una dosis de prudencia son siempre fórmulas que ayudan a superar problemas.

En cuestión de juego, los dirigentes de ONCE y su Fundación pidieron al Gobierno que regule la venta de juego por Internet y atienda así al mandato hecho por las Cortes en este sentido antes de las últimas elecciones generales.