La operación se desarrolló durante dos meses por parte de efectivos del Grupo de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa del Servicio de Policía Judicial de la Guardia Civil y por agentes de la Benemérita en Málaga.

La actuación policial condujo al arresto de seis miembros de la banda en Madrid y otros cinco en Málaga, a los que se acusa de estafa y falsedad documental por un montante de 7.599 millones de pesetas al sector bancario.

Los estafadores se servían de empresas delos sectores inmobiliarios y petrolífero para sus actuaciones. La investigación inicial condujo al descubrimiento de una estafa por un importe de 5.000 millones, y se detectaron los 2.599 millones restantes como consecuencia de la documentación intervenida. Esta segunda estafa fue denunciada en Madrid por un representante del Banco Popular.

Según la Cadena Ser, algunos de los detenidos ingresaban en el Banco Popular de Málaga letras de cambio con cifras multimillonarios libradas, entre otras, por emprsas constructoras como Cubiertas y MZOV, y por Repsol. El banco ingresaba las letras y, horas más tarde, el importe de las mismas era retirado por otros miembros de esta organización.

Varios de los detenidos tenían antecedentes por estafas. Entre los arrestados, según la Cadena Ser, destaca José María Martínez, subinspector de policía en excedencia, procedente de Ronda (Málaga), y el conocido constructor malagueño Cristóbal Peñarroya, Sánchez, de la Inmobiliaria Peñarroya.