Frangialli realizó estas declaraciones durante la presentación en Nueva Zelanda del informe "Cambio climático y turismo-Responder a los retos mundiales", preparado en cooperación con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), según informó la OMT mediante un comunicado.

El sector turístico debe responder con premura al cambio climático si aspira a desarrollarse de una forma verdaderamente sostenible, reduciendo con inteligencia sus propias emisiones de gases de efecto invernadero y respondiendo expeditivamente al impacto de sus propias operaciones.

Por estas razones, será necesario mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de las actividades de transporte y alojamiento; adaptar las empresas y los destinos turísticos a unas condiciones climáticas cambiantes; aplicar las tecnologías para mejorar la eficiencia energética; y garantizar recursos financieros para ayudar a las regiones y a los países necesitados.

Por su parte, Geoffrey Lipman, subsecretario general de la OMT, añadió que "el informe subraya las amenazas y las oportunidades del sector y confirma el hecho de que el turismo aporta un 5% de los gases de efecto invernadero".

Además, el informe establece directrices de cambio institucional para el transporte, el alojamiento y todos los proveedores de servicios turísticos, así como los usuarios, tanto del área de negocios como de tiempo libre.

Durante, el acto de presentación del informe, los responsables de la OMT también anunciaron un acuerdo de colaboración con la Organización Internacional de la Aviación Civil, para promover una nueva calculadora de emisiones de carbono destinada a medir la contaminación producida por este tipo de transporte.

Por último, con motivo de la celebración del Día Mundial del Turismo el próximo 27 de septiembre, se desarrollará la campaña "El turismo responde al reto del cambio climático", que hará hincapié en la innovación y en la colaboración entre los sectores público y privado para luchar contra el cambio climático.