La crisis sanitaria de Sudán se ve agravada actualmente por la inseguridad alimentaria, según denunció la institución. Además, advirtió de que el hambre aguda y la malnutrición "tendrán un impacto generacional duradero" en la salud de la población.

Por ello, la Organización hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que “promueva y amplíe y mantenga rápidamente el apoyo" para atender las necesidades urgentes de las poblaciones más vulnerables del Sudán.

También aumenta el riesgo de que los grupos vulnerables sufran complicaciones y las muertes por brotes de enfermedades como el cólera y el sarampión. Desde que se declaró el actual brote de cólera en septiembre de 2023, 11 de los 18 estados de Sudán han notificado casos de cólera, con 10.500 casos y 300 muertes registradas hasta el 31 de enero de 2024.

El acceso a los servicios de salud esenciales es muy limitado en el país, ya que entre el 70% y el 80% de los centros de salud de las zonas afectadas por el conflicto son inaccesibles o no funcionan. "Esto supone una presión al sistema de salud y se corre el riesgo de abarrotar a las instalaciones restantes debido a la afluencia de personas que buscan atención".

Según la OMS, "la gente está muriendo por falta de acceso a la atención médica básica y esencial y a los medicamentos, incluso para controlar la desnutrición aguda grave y tratar enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes, la insuficiencia renal y el cáncer".

Por otra parte, las mujeres embarazadas y los niños también "corren un mayor riesgo de enfermedad y muerte" debido a las interrupciones de los servicios de atención de la salud maternoinfantil, lo que incluye la interrupción de campañas de vacunación en niños.

Asimismo, la OMS recordó que casi diez meses después de que se intensificara el conflicto en Sudán en abril de 2023, la situación humanitaria está "en constante deterioro" y ha provocado "la mayor crisis de desplazamiento del mundo".

Alrededor de 8 millones de personas en Sudán han sido desplazadas por el conflicto, con 6 millones de personas desplazadas internamente y 1,8 millones de personas desplazadas a países vecinos.