En rueda de prensa, lamentó los mensajes que defienden que evitar el contagio “ya no es posible ni tampoco necesario”. “Nada más lejos de la verdad”, recalcó.

“No estamos pidiendo a los países volver a un confinamiento domiciliario general como al principio”, aclaró, pero “mayor transmisión de la covid-19 significa necesariamente más muertes”. Por eso, “instamos a a todos los Estados hacer uso de las distintas medidas sanitarias de seguridad –mascarillas, distancia social, reducción de aforos-, en función de sus posibilidades, y no fiarlo todo a la vacunación”.

“Este virus es peligroso y sigue evolucionando”, por lo que consideró “prematuro” que cualquier Estado se declare “victorioso” y libre de pandemia.

Según Adhanom, desde que la variante ómicron fue identificada hace 10 semanas, se han reportado 90 millones de casos, más que todos los conocidos en 2020. “En estos momentos, asistimos a un incremento preocupante de las muertes en varias regiones del mundo”, advirtió.

Por ello, “es necesario “seguir con las medidas de seguridad, diagnosticando y secuenciando”, a fin de identificar nuevas variantes, recomendó. “Este virus sigue mutando ante nuestros ojos”, y destacó que la OMS estudia en la actualidad cuatro subvariantes de ómicron.

En este sentido, Adhanom defendió “seguir investigando al mismo tiempo que trabajamos para asegurar el acceso de todas las poblaciones a la vacuna”. En su opinión, las nuevas variantes del virus pueden escapar a los anticuerpos que generan las vacunas, por lo que “no podremos vencerlo si no sabemos cómo evoluciona”.

Agregó que el pasado 30 de enero se cumplieron dos años de la declaración de la covid-19 como ‘emergencia de salud pública de preocupación internacional’ por parte de la OMS. Según sus datos, los casos reportados hasta entonces no llegaban a los 100 y no se había producido ninguna muerte fuera de China. Dos años después, la OMS contabiliza más de 370 millones de contagios y 5,6 millones de fallecimientos, subrayó.