El Organo de Apelaciones de la OMC ha decidido a favor de la UE, al establecer que la prohibición francesa de asbesto y productos que cntengan esta sustancia no viola las leyes internacionales de comercio. Canadá, uno de los mayores productores mundiales de asbesto, fue quien llevó el caso ante el Organo de Apelaciones, argumentando que la medida francesa contravenía las normas de la OMC.

Las fibras de asbesto, sustancia mineral similar al amianto, pueden causar cáncer o asbestosis, una enfermedad pulmonar crónica producida por la inhalación repetida del polvo de asbesto. Francia abolió la producción, transformación, venta, importacin y comercialización de esta sustancia en diciembre de 1996, y la UE la prohibirá a partir de 2005.

A pesar del carácter cancerígeno del asbesto, Canadá había denunciado que Francia no estaba autorizada para prohibir la importación de ciertos productos que contengan asbesto (en particular, cemento crisotilo, usado para la construcción), debido a que los riesgos para la salud podrían reducirse sustancialmente si se tomaran las precauciones adecuadas.

El Organo de Apelación ha establecido que las sstancias peligrosas no pueden ser juzgadas similares a otras más seguras. Pascal Lamy, comisario europeo responsable de Comercio, ha acogido favorablemente esta decisión, señalando que "demuestra que la OMC es receptiva a las inquietudes de nuestros ciudadanos" y que los intereses comerciales no deberían anteponerse a la salud pública.

Una decisión anterior de la OMC ya había concluido que los peligros derivados de la manipulación profesional o accidental del asbesto justificaban la adopción de medida estrictas, incluyendo una prohibición total.