Lo encontró una de las empleadas de la tintorería, que inmediatamente llevó la joya a un experto que la tasó, y la puso a buen recaudo mientras se investigaba la procedencia el anillo.

A la mañana siguiente una señora llamó al establecimiento, situado en la ciudad gallega de Vigo, preocupada por el anillo que había olvidado en un bolsillo.

Una vez comprobada la identidad de la propiedad, la cadena "Pressto", a la que pertenece la tintorería, devolvió el anillo a su descuidada propietaria.