Las entregas, cuatro en total, tanto como viajes realizó Evangelista a Barcelona, se realizaban mediante un sobre sellado con cinta adhesiva en el domicilio de Evangelista en Albacete.

Según las mismas fuentes, el delator trató en un principio con lafamilia de la farmacéutica, ofreciéndose a facilitarles información sobre el secuestro. Ante la negativa de la familia, Evangelista se puso en contacto con la Guardia Civil, que facilitó al confidente los medios necesarios para grabar las conversaciones entre él y los dos detenidos en el caso.

Evangelista llevaba micrófonos ocultos en la funda de sus gafas para grabar las conversaciones con los detenidos, Joan Casals y Xavier Bassa. Estas grabaciones han servido para mantener a Casals y Bassa en prisin.

Según las declaraciones de Evangelista en el programa "La máquina de la verdad", que aún no ha sido emitido, la razón de ofrecerse como delator en este caso fue atravesar una delicada situación económica. Contra el delator, que podría encontrarse en un país sudamericano, pesa una orden de busca y captura dictada por el juez de Olot.

Por otra parte, fuentes de la Oficina de Relaciones Informativas de la Dirección General de la Guardia Civil ni confirman ni desmintieron que Evangelista cobrara ss informaciones ni la cantidad. "Después del decreto del juez del secreto sumarial estamos trabajando en el caso y calladitos", señalaron.