El plan prevé un fuerte reajuste de las plantillas de la policía de cuatro años de duración gracias al cual 10.000 agentes serán destinados a prestar servicio en patrullas callejeras.

Se creará también un cuerpo especializado en lucha antiterrorista que estará formado por 1.300 policías y se formarán unidades especiales de lucha contra la delincuencia organizada y los delitos económicos.

L reestructuración prevista por Olivares supondrá una fuerte reforma en los turnos y horarios establecidos hasta ahora por lo que tratará de conseguir "el apoyo unánime de los sindicatos" de la policía, que por el momento se han mostrado reticentes ante un proyecto que consideran "ambicioso, pero sin medios materiales para ser realizado".

El responsable de la policía declaró durante la toma de posesión de los nuevos goberanadores civiles de Jaén, Granada, Almería y Huelva que su voluntad es "hacer una irección General más participativa, que cuente con la opinión de los sindicatos, lo que no quiere decir que se tomen las decisiones colegiadamente. Las facultades decisorias siguen perteneciendo a esta dirección".

Olivares advirtió que el informe del Consejo Nacional de la Policía, donde se encuentran representados los sindicatos y la administración, "no será vinculante para la Dirección General aunque siempre es bueno conocer la opinión de los funcionarios que tendrán la responsabilidad de poner en páctica estas medidas".