Según explicó la Comisión, España todavía no ha aplicado los instrumentos de control que debían haberse puesto en marcha desde 1990, que son el registro oléico y la base de datos relativa a la ayuda al aceite de oliva.

El Ejecutivo comunitario estima que esos elementos son necesarios para garantizar las regularidades en los pagos de las ayudas solicitadas. La Comisión europea cree además, que ha habido un control inadecuado de la ayuda para l consumo del aceite de oliva y que considera superficiales los controles efectuados en los establecimientos de embotellamiento bewneficiarios de las ayudas.

España deberá devolver además 400 millones de pesetas por ausencia de controles en los forrajes y 80 millones por una falta de verificación en torno a los animales bovinos que tenían derecho a esta ayuda.

El comisario de agricultura, Franz Fischler, precisó que la revisión de cuentas que tiene como resultado la devolución de este dinero "perite cubrir desde los Estados miembros ciertas sumas que son concedidas en garantías suficientes en cuanto a la legitimidad de estos pagos a la fiabilidad del sistema de control y de verificación de los Estados miembros".