Descarta también la utilización de polígrafos u otros dispositivos destinados a comprobar la veracidad de los datos aportados por los trabajadores y prohibe expresamente los exámenes genéticos.

Los empleadores deberán garantizar la protección de los datos que obren en su poder contra csos de pérdida, acceso, modificación o comunicación de información no autorizada. Estos datos sólo se podrán comunicar a terceros con el consentimiento explícito de los trabajadores afectados, a menos que sea imprescindible para prevenir riesgos para la salud o la vida de las personas o por orden judicial.

Según el proyecto preparado por un grupo de trabajo de la OIT, los trabajadores tendrán derecho a conocer los datosque les conciernen y su tratamiento y todas aquellas personas que tengan acceso alos datos estarán sometidos a una obligación de reserva, similar al secreto profesional.