El 31 de enero, Colonial reconoció que había recibido una carta de ICD en la que manifiesta su interés para hacerse con una participación en el capital de la inmobiliaria.

Ese día, las acciones de la compañía cerraron en 1,70 euros, tras subir un 5,6%. Después de cerca de dos meses de negociación y un final frustrado por la falta de apoyo de los bancos, el título de la inmobiliaria se cambia por 0,78 euros, un 54,1% menos.

Las idas y venidas en la negociación han traído de cabeza a los inversores, que han visto como las acciones de Colonial subían y bajaban a diario llevadas por la incertidumbre que generaban los flecos nunca cerrados de la operación, entre los que se encontraba el acuerdo con los bancos acreedores para refinanciar la deuda.

En este proceso, las acciones se dispararon al alza el 15 de febrero, cuando alcanzaron 1,86 euros por título, mientras que tocaron mínimos, hasta situarse por debajo del euro en tres ocasiones, los días 10, 14 y 17 de marzo, arrastrados por los la falta de noticias de Dubai.

Finalmente, los mercados castigaron con dureza los títulos de la inmobiliaria el 20 de marzo, el día después de confirmarse que no se habían cumplido las condiciones para que el acuerdo de compra entrase en vigor.

Los títulos de la inmobiliaria se dejaban ese día un 23,5% y cerraban la sesión con un valor de 78 céntimos de euro.

Mañana, las bolsas españolas permanecerán cerradas, por lo que habrá que esperar hasta el martes para ver cómo reaccionan los inversores al apoyo mostrado hoy por los bancos acreedores de la inmobiliaria a su plan de negocio, que se mantuvo aplazado de forma temporal para facilitar la negociación ICD.